Estoy en la escuela Lexia como Arte-terapeuta en prácticas. Tengo formación artística: Soy actriz, músico, autora, tengo la licenciatura en filosofía y un primer diploma de intervención en Arte-terapia. Este año, obtengo el diploma universitario de la Universidad de Medicina de Grenoble, en Francia. En octubre tengo que sostener una memoria, que enfocaré sobre “la arte-terapia, como refuerzo escolar de los niños con déficit de atención”. Mi trabajo consiste en mejorar la calidad de vida y el bienestar a través del arte. La arte-terapia esta indicada para trabajar con alumnos con trastornos de expresión, relación y comunicación, así que cualquier tipo de patología puede entrar en este cuadro. Digo patología, pero puede ser cualquier penalidad de la vida en general, así que el arte-terapia puede dirigirse hacia el entorno sanitario como el humanitario. Su originalidad esta en el hecho de que el arte-terapeuta no trabaja sobre el síntoma de la persona, sino con su parte sana. Esto, es un punto común que tenemos con el ergoterapeuta, pero el arte-terapeuta trabaja sobre todo con el objetivo de mejorar, cuando el ergoterapeuta trabaja más bien sobre la capacidad de adaptación física y social.
En la escuela, hacemos sesiones individuales o en pequeños grupos y proponemos una actividad artística según los gustos estéticos de la persona. El sentido estético les ayuda a producir y superar sus incapacidades. Superar sus miedos, elevar su autoestima siempre procurando su bienestar y autonomía. Porque la persona, y en este caso los niños, trabajan con la intención de producir algo bonito, ya que la producción artística contiene en si una visión subjetiva de la belleza, y para lograrlo la persona desarrollará algunos bloqueos debidos a su motricidad, cognición, etc. Además, en el cuadro de la
escolarización, muchos bloqueos y sufrimientos provienen de las dificultades en asimilar la lectura, la escritura, los deberes… y en esto, la arte-terapia puede actuar, usando herramientas artísticas para llegar a la lectura, la escritura etc. pasando entonces por la expresión creativa.
En la escuela Lexia, los niños se integran en un sistema de escolarización adaptado a ellos, donde las actividades lúdicas y artísticas tienen una importancia esencial. La arte-terapia en este sentido, se integra perfectamente con sus objetivos. Se trata de un trabajo en conjunto con todo el equipo que la constituye: maestras, psicólogos y fisioterapeutas. En el taller, es necesario estar atento a todos los signos físicos o verbales, para proponer cada vez una actividad o un ejercicio donde el niño podrá expresarse, potencializar lo que ya tiene (a veces sin saberlo) con la finalidad de aumentar su satisfacción y sus gana de repetir. Mejorar su capacidad de concentración o de memorización, a partir del acto creativo. No hay en estas actividades una obligación de llegar a una producción final fijada desde el principio. Empezamos con algo que el niño quiere hacer, y vamos hasta donde se siente capaz de ir. Es importante el proceso. Y este proceso nos ayuda a evaluar el progreso. Puede ser que no haya progreso, esto no lo podemos afirmar, igual que un medico puede aliviar el dolor pero no puede asegurar la curación, tampoco un meteorólogo solo puede hacer previsiones pero no puede afirmar si habrá sol o no.
En fin: El arte-terapeuta se sitúa en el paramedical y no en un taller de arte clásico (que antes que nada tiene por objetivo el aprendizaje de una técnica), aunque los dos se vayan cruzado muchas veces. Personalmente, mi objetivo es que los niños que siguen el taller se sientan felices, que estén contentos de sus producciones, que se expresen y que se rían. Porque la risa, que es propia del ser humano, es necesaria para mantener un equilibrio de salud psicológica y física. Este objetivo será quizás el mas difícil con algunos niños que están muy encerrados en su mundo (porque la risa es comunicación), pero si tengo signos de felicidad, de bienestar o de mejora con uno de los tres principios que constituyen la arte-terapia, es decir: la relación, la expresión y la comunicación, y que esta mejora se mantenga fuera del taller, considero que mi objetivo estará cumplido.
Marion Adèle
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